
Michael Megalli, socio de la empresa de estrategia de marcas Group 1066, asegura que "a todos les interesa aprovechar el atractivo de la música como vehículo de mercadotecnia". Paul McCartney ha vinculado su nombre a iTunes y a Starbucks, mientras que los Rolling Stones se han unido a otras marcas como Sprint y Budweiser para organizar giras de conciertos, además de comercializar con su nombre desde cazadoras hasta sujetadores. Otros músicos, como Bruce Springsteen, se siguen negando a este tipo de alianzas empresariales.
"Los obstáculos están cambiando y nosotros los artistas ganamos cada vez menos dinero, y tenemos que volvernos creativos", señala McKagan, cuyo grupo ha vendido sus canciones para anuncios de Victoria’s Secret y John Varvatos. Pero las posibilidades son casi infinitas. El grupo Black Crowes comercializa papel de liar tabaco, Bon Jovi ofrece grabados de arte firmados, Mötley Crüe vende bebidas carbonatadas, mientras que Bon Jovi, Kiss, Madonna y los Rolling Stones prestan sus nombres-marca para comercializar botellas de vino de edición limitada de la bodega californiana Celebration Cellars.
Fuente: Marketing Directo
No hay comentarios:
Publicar un comentario