Industria Discográfica. La dificil situación por la que pasa la industria audiovisual mundial (y por lo tanto la discográfica) está llevando a los responsables de las empresas a agudizar la inventiva para mantener el sistema tradicional de venta. El DRM (Digital Rights Management) no termina de cuajar y cada día tiene más detractores. La piratería parece no tener ningún tipo de control y sólo consigue que las cifras vayan a peor.
Por ello y tras otra vuelta de tuerca las discográficas parecen haber entendido que para vender más no siempre el control legal o digital es la mejor solución. Majors como Universal para grupos como The Killers o Indies como la española Astro para Australian Blonde han optado por ediciones más económicas de sus discos, esto sería un equivalente a una edición de bolsillo de un libro. El concepto es similar al Digipak pero mucho más sencillo, no suelen incluir los libretos ni ningún tipo de extra. Eso sí, su media de precio ronda los 5 y 8 euros, bastante competitivo si tenemos en cuenta que su formato "normal" puede llegar fácilmente a los 18 euros tras su primera edición.
Una idea que puede responder comercialmente a la opinión popular: "si quieren que compremos discos, que bajen los precios". Eso han hecho, el problema es que la situación perfecta para la introducción y popularización de este "formato económico" sería justo a la salida del disco. De esta forma coincidiría con el intenso periodo promocional y de interés por el artista. Probablemente el formato más clásico será mucho más rentable, sin embargo la coexistencia de ambos podría mitigar un buen tanto por ciento de la caida de ventas en álbumes de nueva edición.
Renovarse o morir. Radiohead han sido los primeros en comprenderlo (ver posts anteriores en Madridlive).
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